Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo pueden ser momentos de alegría, pero también traer ansiedad y angustia en la familia cuando hay un niño con selectividad alimentaria, TERIA (trastorno por evitación y restricción de la ingesta alimentaria) u otras formas de trastornos alimentarios o desórdenes alimentarios.
Como adultos, podemos ayudar a que estas fechas sean más llevaderas, seguras y amables.
✨ Algunas recomendaciones para acompañar desde el amor y el respeto:
📌Priorizar el bienestar emocional sobre la comida
Las Fiestas no tienen que girar exclusivamente en torno a lo que se come. Conversar, jugar y compartir también son formas válidas de participar. Si el niño no quiere probar ciertos alimentos, está bien, especialmente cuando atraviesa un trastorno alimentario o una condición como TERIA.
📌 Evitar presiones o comentarios sobre la comida
Frases como “probá un poquito más”, “mirá lo que te preparé” o “tenés que comer como los demás” pueden aumentar la angustia. Permitir que el niño elija según sus posibilidades reales ayuda a reducir el estrés y favorece la autoregulación, clave en los trastornos de la conducta alimentaria.
📌 Mantener rutinas conocidas cuando sea posible
Si el niño tiene alimentos seguros o preferidos, asegurá su disponibilidad durante las reuniones. No es un “capricho”: forma parte del cuidado de su salud y de su regulación emocional, especialmente en situaciones vinculadas a desórdenes alimentarios o TERIA.
📌 No usar la comida como premio o castigo
Especialmente con los dulces típicos de esta época. Los alimentos —incluidos los de las Fiestas— no deberían ser moneda de negociación. Presentarlos con naturalidad favorece una relación más sana con la comida, algo esencial en cualquier trastorno alimentario.
📌 Ofrecer opciones sin destacar diferencias
Podés llevar preparaciones que el niño suele aceptar. Hacelo con naturalidad, sin remarcar que son “solo para él/ella”. La discreción ayuda a que no se sientan expuestos y evita reforzar la vivencia de diferencia que muchas veces aparece en los trastornos de la conducta alimentaria.
📌Ser un filtro frente a la familia ampliada
A veces, tíos o abuelos hacen comentarios sin mala intención. Explicar previamente la situación y pedir que eviten presionar o juzgar puede prevenir situaciones incómodas para el niño que atraviesa TERIA u otros desórdenes alimentarios.
📌Validar sus emociones
Las Fiestas pueden ser ruidosas, largas y con mucha gente. Si el niño necesita un descanso o alejarse del bullicio, acompañá esa necesidad. Sentirse seguro emocionalmente también mejora su relación con la comida, especialmente en cuadros de trastornos alimentarios.
📌Configuras o dulces navideños
Permitir el acceso sin dramatizar, en porciones adecuadas y presentados como una opción más. No es necesario “controlar” ni tampoco “liberar sin límites”: se puede acompañar desde el equilibrio, la presencia y la observación respetuosa, incluso cuando existe TERIA u otros trastornos de la conducta alimentaria.
📌 Cerrar la noche con amabilidad
Agradecé sus esfuerzos, aunque haya comido poquito o casi nada. Reforzá que las Fiestas no se miden en platos vacíos, sino en momentos compartidos. La amabilidad también es parte del tratamiento y acompañamiento cuando existen trastornos alimentarios en la infancia.
Lic. Liliana Silva
Lic. en Nutrición CEDA
MN: 10725