Cómo disfrutar la mesa de las fiestas sin excesos: claves para una comensalidad saludable

Cada fin de año vuelven las mismas preguntas: ¿Dónde lo pasamos? ¿Qué comemos? ¿El año pasado fuimos a tu casa…?

La mesa de las fiestas se va cargando no solo de comida, sino también de emociones, expectativas y rituales familiares. Y cuando finalmente llega la noche tan esperada, las comidas abundantes, los brindis y el reencuentro con los otros pueden hacer que moderar las porciones parezca una tarea imposible.

Desde CEDA (Centro Especializado en Desordenes Alimentarios) proponemos una mirada que combina bienestar, cuidado, comensalidad y placer. La alimentación en las fiestas no tiene por qué ser una fuente de estrés: puede vivirse como un espacio de encuentro, disfrute y decisión consciente.

Cómo disfrutar sin abusar: recomendaciones prácticas

📌Evitar ayunos durante el día
No llegar con hambre extrema. La comida festiva es solo una comida más del día: el resto de la jornada debe mantener cierta regularidad.

📌Planificar una mesa equilibrada
Incluir vegetales frescos, carnes magras como pollo o lomo, y postres con base de frutas. Tener opciones variadas facilita decisiones más saludables.

📌 Comer despacio y priorizar el encuentro
La masticación lenta favorece la saciedad. Y lo más importante: el centro de la escena son las personas, no la comida.

📌Retomar los hábitos al día siguiente
Nada de dietas hipocalóricas extremas ni métodos “détox”. La clave está en volver a la rutina alimentaria habitual.

📌Moderar el consumo de alcohol
Alternar con agua y registrar cuánto se bebe.

📌Mantener la actividad física
La continuidad de los hábitos corporales ayuda al bienestar general.

📌 Servir en el plato lo que se va a comer
Tanto en cenas servidas como en formato buffet: evitar “picar” directamente de la mesa. Organizar las porciones en entrada, plato principal y postre.

📌 Ser flexibles
Una alimentación saludable también implica disfrutar alimentos de todo tipo en las porciones adecuadas. La flexibilidad evita la culpa y favorece una relación más libre con la comida.

La comensalidad: el valor del encuentro
Por último, y no menos importante, recuperar el sentido profundo de la comensalidad: la mesa como ese lugar donde charlar, reír, abrazar y fortalecer lazos familiares y sociales. Ese es el verdadero corazón de las fiestas, mucho más allá de los menús.

¡Felicidades!✨

Lic. Erika Wenzel
Lic. en Nutrición- CEDA
MN: 8517 MP: 4247